domingo, 13 de noviembre de 2016

Unidas por los celos

Adara celosa
Adara hablando de los celos de Meri y Bea

Se encienden las luces y suena la música. En su cama está Meri con cara de pocos amigos después de que el viernes Alain se fuera a dormir al club. El francés prefirió un poco de tranquilidad en vez de los achuchones y juegos manuales de Meritxell debajo de las mantas. 
Alain se encuentra luego con Meri en el baño. El muchacho le da los buenos días, le hace un par de mimos y le pregunta qué tal está, pero la chavala está de nones: contesta con monosílabos y se muestra fría. Después aparece Miguel en escena con la pierna hinchada: "Ayer me caí...Tengo un dolor horrible", informa. "Eso es un mortatón interno", baraja la de Meri.
Miguel se queja de que Bea no le dejaba dormir y encima "se puso chula". Por otro lado, Simona culpa a Miguel de esconderle sus zapatillas. Él jura por su madre que es inocente.
Bea saca su lado choni. Suena la señal de la prueba y la muchacha va rezagada. Miguel le llama la atención y ésta se pone a dar berridos. "Chico que te calles", le suelta al gallego. Rodri riñe a la Bea: "No hables así a la gente". Pero Bea no recula y sigue elevando el tono.
En el pabellón de pruebas, Bea sigue hablando con mal tono a Miguel. Se muestra altiva y habla con tono desafiante. Miguel parece que ya está al límite: "Estoy a un segundo de coger, pirarme y mandar a la prueba a tomar por culo".
Adara, Meri, Miguel y Bea tienen que hacer una representación de un cuento en el que los protagonistas son una liebre y una tortuga. Miguel se queja porque Bea no le ha dejado dormir esta noche y por eso no tiene la frescura mental necesaria para hacer un guión. 
Bea quiere que sea algo divertido utilizando palabras muy coloquiales tipo: la liebre to flipada se quería la más rápida. Adara se queja porque no le parece serio hablar de esa forma: "No es serio", argumenta.Los roces no dejan de surgir. Ahora es Meri la que levanta la voz y acusa a Miguel de no dar ideas. "Ayer no me dejaron dormir y estoy cansado", justifica de nuevo Miguel.

Miguel, Bea, Meritxell y Adara ensayando la obra

"Tengo la cadera mal y no puedo pensar", justifica Miguel. "¿Y se piensa con la cadera?", reacciona Bea. "No, con la polla", sentencia Miguel que se desespera y quiere abandonar la prueba mientras que Bea, Meri y Adara se parten de risa. 
A la 1 menos 10 han terminado de elaborar el guión de la prueba, pero Bea sigue en modus choni: ."Yo al chorizo me lo atizo", suelta en la concina. "Encima el topacio este se cabrea porque dice que le grito", le dice a Meri refiriéndose a Miguel.
El grupo de Rodri, Simona, Clara y Alain está en el pabellón de pruebas haciendo el guión para la representación del cuento. En este grupo de momento no hay rencillas; nadie grita y nadie amenaza con dejar la prueba. Todo son buenas palabras, risas cómplices y exposición de ideas en voz alta.
Bea, por su parte, habla con Adara y Meri: "Me ha dicho (Rodri) que cuando salgamos de aquí tenemos que volver a hablar. Eso me ha dejado tocada porque no sé cómo tomármelo...A lo mejor fuera cambia todo. Me da miedo". Será por esas venas chonis que le saltan de vez en cuando...
Las tres comienzan a analizar a la nueva y Meri empieza a narrar lo mal que lo pasó ayer con el pico que le dio Simona a Alain. La rumana por equivocación pensó que tenía que besar a sus compañeros por una prueba. "Encima el reto no era ese. El reto era solo darle un beso a Miguel", informa la Bea. Meritxell alucina con lo que acaba de contarle su compañera. "¿Podéis entender que me joda no?", pregunta. A Bea tampoco le gustó que la recién llegada le plantara un beso a Rodri, pero está dispuesta a darle a la nueva el beneficio de la duda. "Llega a ser fuera y a Rodri le monto un pollo, pero aquí he aprendido mucho", asegura Beatriz . Por su parte, Adara aprovecha para meter el dedo en la llaga: "¿Ahora me entendéis a mí cuando he tenido celos?", pregunta. "Ninguna le hemos plantado un beso a Pol en la boca...Tú hubieses armado la de San Quintín...Expulsión directa", responde Bea. "Si llega a haberle dado un beso a Pol, sí que se hubiera liado parda y con razón", sentencia Meri. En fin, las tres chicas unidas por sus celos.
Meri se queja de que Alain no fuera empático con ella tras el pico que le dio Simona: "Me trató de cría...que no me puedo picar por eso". Se queja de que Alain estuvo ayer muy frío. Solo le dio "un beso en la frente de buenas noches", informa. "Tú eres tontá tía, tienes que coger y plantarle un beso en la boca", le aconseja Bea. "Ya lo intenté, pero no me dejó", revela Meri.

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