La cita de Bea y Rodrigo en el apartamento por fin ha llegado, llevan todo el día nerviosos.
Les han dejado un montón de comida, una botella de champagne y han decorado un poquito la casa.
La pareja brinda por ellos. Rodrigo está encantado de estar ahí: "¿nos podemos quedar aquí hasta el final? Que los vayan expulsando y nosotros aquí", propone. Bea no puede parar de reír, está bastante nerviosilla.
Rodri se sienta a su lado...
Bea aprovecha para ponerse seria con él:
"te quiero decir que me haces sentir especial, me haces mejor persona, me pones freno sin contarme las alas. Eres diferente... y te quiero".
Bea bebe el champagne a morro, como si estuviéramos de botellón: Rodri la ha retado y ella no se arruga.
Entre ruido de platos, Rodri y Bea hablan de tonterías y ríen mientras hacen buena cuenta de la cena.
Cuando ya han terminado de cenar. "No sé si llamar a la hora sin cámaras o a una ambulancia", dice Rodri, que se ha puesto morado a comer, aunque hace insinuaciones de que ahora será esposado por Bea a la cama.
En directo no vemos más, veremos imágenes el jueves, supongo.
Pero gracias a Bea, cuando vuelve a la casa y durante la fiesta, nos enteramos de que Rodrigo y Beatriz no han hecho nada y si tuviese que apostar, diría ha sido más incapacidad de Rodrigo que otra cosa. El caso es que Beatriz empieza a estar borracha también y suelta varios comentarios, como cantar una canción que dice: "ella sabe que está dura", o: "hay que echarle más cojones al asunto". Después de cada comentario, se acerca a Rodrigo a darle un beso. "Tú sigue vacilando con la historia. Han pasado horas y tú sigues. Te va a ser más difícil a ti que a mí. Hazme caso ya verás".
Todo resulta muy contradictorio. Ahora Rodrigo da a entender delante de Alain que ha sucedido algo digamos francés en la hora sin cámaras. Beatriz lo desmiente románticamente:
-De aquí a que te la coma, faltan meses.
-Te voy a decir una cosa -le dice Rodrigo a Alain inmediatamente después de que Beatriz haya dicho "de aquí a que te la coma faltan meses"-: es más romántica de lo que me esperaba.
Luego añade:
-Y es menos lanzada de lo que me esperaba.
Beatriz se va satisfecha y nos quedamos con Alain y Rodrigo jugando a la petanca.
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